Tuesday, January 26, 2010

Haití: Desgracia en el país que pasó de ser el más rico al más pobre

En Comunión


Por Issac Miguel

“Bien poco enseñó la vida a quien no le enseñó a soportar el dolor.” Arturo Graf

Siempre hay un antes y un después en nuestras vidas. Lo que marcó el límite en lo que fui y soy fue cuando empecé a leer las obras de Juan Bosch. Antes leía lo que mi madre me regalaba. Por lo regular eran obras donde la ficción y lo novelesco prevalecían sobre la verdadera historia. Los libros de Julio Verne, ( 20,000 leguas de viajes submarinos fue el que más me gustó); la Fábulas de Samaniego, El Cid Campeador, la novela Enriquillo de Manuel de Jesús Galván y Los Tres Mosqueteros eran partes de los libros que adornaban mi pequeña biblioteca cuando era muchacho. Aunque veo muy fantasiosos los libros citados anteriormente, les agradezco el haberme ayudado a introducirme en las obras de Bosch. Ahí comenzó el después de mi vida.
Este escritor, historiador, ensayista, cuentista y político intelectual; me enseño muchas cosas de Haití. Aprendí que este país fue el más próspero de las Indias Occidentales, muy por encima de colonias tan ricas en oro y plata como México y Perú. Fue el primer estado en alcanzar su independencia en el Nuevo Mundo después de los Estados Unidos y testigo de la revolución más sangrienta de América.
El 3 de junio de 1790, en la ciudad de Saint-Pierre (la misma que las lavas del volcán Mount Pelée en 1902 mató 29,000 personas excepto dos hombres) en la isla de Martinica; los blancos, en su mayoría franceses o descendientes de ellos, salieron a la calle a matar los negros y mulatos. Dieron muerte a 14 y detuvieron a centenares de ellos (Bosch: De Cristóbal Colón a Fidel Castro, Pág. 384). Esto trajo como consecuencia que los mulatos del interior de la isla se rebelaran contra las autoridades y marcharan sobre la ciudad a la que tomaron a mediado del mes de agosto.
Todos los comerciantes blancos fueron metidos en dos embarcaciones y mandados a Francia. Los mulatos tomaron el control de la isla.
Con la llegada de la noticia a Francia, dos mulatos ricos nacidos en Haití decidieron volver a su país a pesar de la prohibición que tenían de regresar a la colonia francesa. Vincent Ogé y su amigo Fleury, como se llamaban los acaudalados haitianos, viajaron a su cuna; Fleury vía Burdeos y Ogé navegó a Inglaterra de donde pasó a los Estados Unidos para finalmente ir a la colonia.
Los fines del levantamiento que emprenderían Ogé y Fleury era forzar a los blancos grandes y pequeños a reconocer el derecho de los mulatos a participar en el gobierno de la colonia. Por la mente de ambos, nunca llegó la idea de una revolución, pero encendió la chispa aunque Ogé fue a la horca junto a un hermano el 21 de febrero de 1791 luego de ser entregado por las autoridades españolas, en el otro lado de la frontera, a los blancos de Haití.
Los líos no terminaban y por ello, los blancos y mulatos firmaron el tratado de Damien a finales de octubre de ese año. Besos y abrazos entre ellos hasta que las elecciones se aproximaron a Port-au-Prince. Un decreto llegado desde París hizo que los blancos rompieran con los acuerdos de Damien para convertir en ilegales las elecciones en la ciudad hoy destruida por un terremoto el 12 de enero del 2010.
La libertad de los esclavos en Haití se produjo el 29 de agosto de 1793 por orden del gobernador francés Sonthonax. Esa era la forma de tratar de mantener el control de Francia sobre su colonia. Muy tarde porque desde el norte Toussaint Louveture, Jean-Francois y Biassou venían como carros sin frenos sobre la ciudad de Puerto Príncipe.
Durante la revolución haitiana, se quemaron miles de hectáreas de cafetales y cañaverales; 800 ingenios azucareros fueron destruidos y hubo miles de muertos entre negros, mulatos y blancos. Todo esto para que nuestro vecino Haití se declarara independiente del imperio francés.
El pasado 12 de enero, miles de haitianos y muchos ciudadanos de otros países perdieron sus vidas bajo los escombros que dejó el terremoto. De lo que fue el país más rico de la América debajo del Río Grande en el siglo 18 destruido por una revolución a ser el más pobre en el siglo 21 y destruida su capital por un fenómeno natural; se podría hasta pensar que la tierra haitiana se alimenta con sangre. Seamos solidarios con el pueblo haitiano en este momento de dolor.

issacjm@hotmail.com

Haití: Cuando las flores no se abren

Por Issac Miguel


“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero.” Refrán indioamericano.

Cuando estaba en la “edad del pavo” siendo muchacho, una vez surgió un rumor que las islas Hispaniola, Puerto Rico y algunas de las Antillas Menores iban a desaparecer del mapa sucumbiendo en la Fosa de Milwaekee localizada un poco al noroeste de las Bahamas. El temor invadía a los habitantes de esa zona. Recuerdo que muchos que tenían dinero para poder hacerlo, viajaron a Miami y otras ciudades norteamericanas para evitar ser presa de la etacombe.
En esos tiempos estudiaba en un colegio bautista, y como humano, el temor me invadía. Una profesora que tuve llamada Juanita Taveras me tomó de un brazo para sentarnos en un pupitre y explicarme que Dios había prometido no castigar el mundo con otro diluvio universal. La profesora Taveras me convenció que no debería sentir temor por las cosas naturales. También me dijo que el rumor era mentira. Eso me tranquilizó bastante.
Con los temblores de tierra que han azotado Haití desde el pasado 12 de enero, el mismo temor que una vez sentí cuando muchacho, es el temor que sienten la mayoría de los habitantes de la isla Hispaniola. Las fuertes réplicas que se han sentido luego del desastre natural de la semana pasada, han hecho que vivos y negociantes del dolor ajeno, hagan “su agosto” (buen negocio) a costa del sufrimiento de miles de haitianos que cada día vemos en la pantalla de nuestro televisor.
La cadena CNN hizo un buen papel a principio de la catástrofe haitiana. Pero los “vivos” se dieron cuenta que podían hacer dinero e inmediatamente se hicieron cargo del canal y lo que era un servicio noble se ha convertido con el tiempo en un flaco servicio a los que queremos saber más de la realidad haitiana.
La situación calamitosa de Haití es vieja, desde los tiempos de la caída de Jean Claude Duvalier. Los viejos militares duvalierista se quedaron con el ejército haitiano y le hicieron un servicio flaco al pueblo haitiano al tratar de evitar que Jean Bertrand Aristide hiciera un buen gobierno.
El desastre de la semana pasada ha recrudecido la calamidad y la violencia en las calles de Puerto Príncipe. Lo que era la capital de ese país caribeño hoy en día es pura ruina. La rehabilitación del país es un reto a las potencias mundiales ya que ese país queda en “La Frontera Imperial” del mundo como Bosch le llamó al Mar Caribe.
Los organismos internacionales deben evitar que con las ayudas que fluyen hacia el vecino país, surjan nuevos supermercados, bodegas ó que la mayoría de las cosas que se donen se queden en el bolsillo de los funcionarios y militares del gobierno haitiano.
Hay que poner atención a los vivos ya que ellos son capaces de dejar morir de hambre al que lo necesita. Es mucho el dinero y las contribuciones que se darán al pueblo haitiano. Es por ello que todas esas instituciones fantasmas que surgen después del terremoto hay que doparlas y pasarlas por el colador. Ojo con esto.
Se deben penalizar todas esas cadenas de radio y televisión que se prestan para hacerles el juego a todos esos delincuentes disfrazados de Madre Teresa, ya que de cada veinte dólares que usted dona, según estudios, sólo llegan siete a las víctimas. El resto, a los bolsillos de los vivos sinvergüenzas y los supuestos artistas que le hacen el juego.

issacjm@hotmail.com

Sunday, January 17, 2010

Senegal ofrece tierras a haitianos damnificados

DAKAR, Senegal.- Senegal está listo para ofrecerles tierras a aquellos haitianos que deseen "regresar a sus orígenes", afirmó el sábado un vocero del presidente Abdoulaye Wade.

El presidente senegalés, dijo su portavoz Mamadou Bamba Ndiaye, desea darle una región de su país a aquellos haitianos que padecieron un terremoto devastador.
Haití fue fundado por esclavos africanos, incluyendo algunos que se cree provinieron de Senegal.
Wade dijo que si los haitianos deciden venir en masa les entregará una región del país, pues Africa es su "'tierra natal".
Ndiaye enfatizó que el presidente aclaró que la región que se entregue será una fecunda, ninguna en los resecados desiertos de Senegal.

Saturday, January 16, 2010

Brigadas de Héroes Latinoamericanos rescatan una mujer tras 80 horas sepultada

Puerto Príncipe, Haití. 16 de enero. Parecía un milagro, pero tras ochenta horas sepultada en los escombros de una vivienda, una haitiana fue rescatada con vida y en buen estado de salud por una brigada de peruanos y nicaragüenses.

La pura casualidad hizo que miembros de esta brigada, atascados en un tapón de tráfico, fueran atraído a un callejón sin salida por un hombre que pidió que revisaran su casa, donde no quedaba nadie vivo, y allí una mujer les dijo que en otro edificio cercano salían voces de al menos dos personas.
La brigada rescató primero a una mujer de 58 años de las ruinas de esa casa de cinco pisos, y esta dio la alerta: quedaban entre los cascotes al menos otra mujer y tres muchachas.

A la mujer sepultada aún se le oía hablar.

Entonces comenzó una búsqueda frenética de Lidovia Pierresainte, de 33 años, cocinera en esta casa acomodada donde vivían las tres adolescentes que, a juzgar por su silencio y por los olores que llegaban de sus habitaciones, llevaban ya tres días muertas.
Lidovia, dos ojos negros en medio de una cara blanca por el polvo de yeso, se encontraba atrapada de cintura para abajo por una puerta de acero que con su estructura había amortiguado la caída parcial del techo, pero aparentemente estaba bien, movía las manos y se expresaba con claridad.
El rescate de la mujer pronto se convirtió en una tarea latinoamericana, pues terminó involucrando a bomberos colombianos y guardias civiles españoles, que trabajaron codo con codo con los miembros de la Defensa Civil nicaragüense y los peruanos, todos ellos voluntarios, del equipo de Rapid Latinoamérica.
Primero intentaron levantar la puerta de acero con gatos hidráulicos capaces de elevar hasta diez toneladas traídos por los peruanos, pero más tarde decidieron cortar el marco exterior de la puerta mientras la pobre Lidovia recibía una lluvia de chispas y las paredes se estremecían como el día del temblor, como relató el peruano Javier Cañote.
En el interior del exiguo espacio donde se encontraba la mujer, los rescatadores trabajaron nueve horas y media, en turnos de media hora, ya que el hedor que desprenden los cuerpos muertos de las muchachas en la habitación de al lado hace irrespirable el aire a partir de los veinte minutos, explica el nicaragüense Bernardino Bermúdez.
La experiencia la ponían peruanos y nicaragüenses; los colombianos prestaron el generador necesario para hacer funcionar la moladora que cortó la puerta y dar luz en las horas nocturnas en que trabajaron, mientras que los españoles trajeron la camilla y un vehículo donde trasladar a la mujer.
Finalmente, el cuerpo de Lidovia fue deslizado bajo la puerta de acero y, con sumo cuidado, sacado de entre las ruinas en medio de los aplausos de los miembros de la brigada y de los periodistas. Eran las dos de la madrugada y la brigada llevaba trabajando desde las diez de la mañana del viernes.
Lidovia salió consciente de su agujero. Aturdida, dijo sentirse bien, no tenía ningún hueso roto. No sabía el destino de sus cuatro hijos, tampoco sabía que había pasado más de tres días sepultada ni que su ciudad ha sido devastada. En su misma calle hay al menos 19 personas enterradas entre los escombros, según los vecinos.
Las horas pasan y se llevan la última oportunidad de muchas personas sepultadas. Mañana ya probablemente será demasiado tarde.

Fuente: El Caribe de Santo Domingo

Friday, January 15, 2010

La lección de Haití, la última de las Reflexiones de Fidel Castro

La Habana, Cuba. 14 de enero. Desde hace dos días, casi a las 6 de la tarde, hora de Cuba, ya de noche en Haití por su ubicación geográfica, las emisoras de televisión comenzaron a divulgar noticias de que un violento terremoto, con magnitud de 7,3 en la escala Richter, había golpeado severamente a Puerto Príncipe. El fenómeno sísmico se había originado en una falla tectónica ubicada en el mar, a sólo 15 kilómetros de la capital haitiana, una ciudad donde el 80% de la población habita casas endebles construidas con adobe y barro.

Las noticias continuaron casi sin interrupción durante horas. No había imágenes, pero se afirmaba que muchos edificios públicos, hospitales, escuelas e instalaciones de construcción más sólida se reportaban colapsadas. He leído que un terremoto de magnitud 7,3 equivale a la energía liberada por una explosión igual a 400 mil toneladas de TNT.
Descripciones trágicas eran transmitidas. Los heridos en las calles reclamaban a gritos auxilios médicos, rodeados de ruinas con familias sepultadas. Nadie, sin embargo, había podido transmitir imagen alguna durante muchas horas.
La noticia nos tomó a todos por sorpresa. Muchos escuchábamos con frecuencia informaciones sobre huracanes y grandes inundaciones en Haití, pero ignorábamos que el vecino país corría riesgo de un gran terremoto. Salió a relucir esta vez que hace 200 años se había producido un gran sismo en esa ciudad, que seguramente tendría unos pocos miles de habitantes.
A las 12 de la noche no se mencionaba todavía una cifra aproximada de víctimas. Altos jefes de Naciones Unidas y varios Jefes de Gobierno hablaban de los conmovedores sucesos y anunciaban el envío de brigadas de socorro. Como hay desplegadas allí tropas de la MINUSTAH, fuerzas de Naciones Unidas de diversos países, algunos ministros de defensa hablaban de posibles bajas entre su personal.
Fue realmente en la mañana de ayer miércoles cuando comenzaron a llegar tristes noticias sobre enormes bajas humanas en la población, e incluso instituciones como Naciones Unidas mencionaban que algunas de sus edificaciones en ese país habían colapsado, una palabra que no dice nada de por sí o podía significar mucho.
Durante horas ininterrumpidas continuaron llegando noticias cada vez más traumáticas de la situación en ese hermano país. Se discutían cifras de víctimas mortales que fluctúan, según versiones, entre 30 mil y 100 mil. Las imágenes son desoladoras; es evidente que el desastroso acontecimiento ha recibido amplia divulgación mundial, y muchos gobiernos, sinceramente conmovidos, realizan esfuerzos por cooperar en la medida de sus recursos.
La tragedia conmueve de buena fe a gran número de personas, en especial las de carácter natural. Pero tal vez muy pocos se detienen a pensar por qué Haití es un país tan pobre. ¿Por qué su población depende casi en un 50 por ciento de las remesas familiares que se reciben del exterior? ¿Por qué no analizar también las realidades que conducen a la situación actual de Haití y sus enormes sufrimientos?
Lo más curioso de esta historia es que nadie pronuncia una palabra para recordar que Haití fue el primer país en que 400 mil africanos esclavizados y traficados por los europeos se sublevaron contra 30 mil dueños blancos de plantaciones de caña y café, llevando a cabo la primera gran revolución social en nuestro hemisferio. Páginas de insuperable gloria se escribieron allí. El más eminente general de Napoleón fue derrotado. Haití es producto neto del colonialismo y el imperialismo, de más de un siglo de empleo de sus recursos humanos en los trabajos más duros, de las intervenciones militares y la extracción de sus riquezas.
Este olvido histórico no sería tan grave como el hecho real de que Haití constituye una vergüenza de nuestra época, en un mundo donde prevalece la explotación y el saqueo de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta.
Miles de millones de personas en América Latina, África y Asia sufren de carencias similares, aunque tal vez no todas en una proporción tan alta como Haití.
Situaciones como la de ese país no debieran existir en ningún lugar de la Tierra, donde abundan decenas de miles de ciudades y poblados en condiciones similares y a veces peores, en virtud de un orden económico y político internacional injusto impuesto al mundo. A la población mundial no la amenazan únicamente catástrofes naturales como la de Haití, que es sólo una pálida sombra de lo que puede ocurrir en el planeta con el cambio climático, que fue realmente objeto de burla, escarnio y engaño en Copenhague.
Es justo expresar a todos los países e instituciones que han perdido algunos ciudadanos o miembros con motivo de la catástrofe natural en Haití: no dudamos que realizarán en este instante el mayor esfuerzo por salvar vidas humanas y aliviar el dolor de ese sufrido pueblo. No podemos culparlos del fenómeno natural que ha tenido lugar allí, aunque estemos en desacuerdo con la política seguida con Haití.
No puedo dejar de expresar la opinión de que es hora ya de buscar soluciones reales y verdaderas para ese hermano pueblo.
En el campo de la salud y otras áreas, Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 227 de las 337 comunas del país laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el refuerzo que viajó ayer para salvar vidas en esta crítica situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y rehabilitar heridos.
Otro elevado número de jóvenes haitianos cursan esos estudios de medicina en Cuba.
También cooperamos con el pueblo haitiano en otras esferas que están a nuestro alcance. No habrá, sin embargo, ninguna otra forma de cooperación digna de calificarse así, que la de luchar en el campo de las ideas y la acción política para poner fin a la tragedia sin límite que sufren un gran número de naciones como Haití.
La jefa de nuestra brigada médica informó: "la situación es difícil, pero hemos comenzado ya a salvar vidas". Lo hizo a través de un escueto mensaje horas después de su llegada ayer a Puerto Príncipe con refuerzos médicos adicionales.
Tarde en la noche comunicó que los médicos cubanos y los haitianos graduados de la ELAM se estaban desplegando en el país. Habían atendido ya en Puerto Príncipe más de mil pacientes, poniendo a funcionar con urgencia un hospital que no había colapsado y utilizando casas de campaña donde era necesario. Se preparaban para instalar rápidamente otros centros de atención urgente.
¡Sentimos un sano orgullo por la cooperación que, en estos instantes trágicos, los médicos cubanos y los jóvenes médicos haitianos formados en Cuba están prestando a sus hermanos de Haití!

Fidel Castro Ruz

Thursday, January 14, 2010

Terremoto de Haití fue 35 veces más potente que la bomba de Hiroshima

El terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sacudió Haití el martes fue 35 veces más potente que la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima (Japón) al final de la II Guerra Mundial. Así lo afirmó hoy Roger Searle, profesor de geofísica en la Universidad de Durham (Reino Unido), que comparó también la energía liberada por el terremoto en el país caribeño con la explosión de medio millón de toneladas de TNT.




No obstante, Searle señaló que, pese a la magnitud de este terremoto, "la energía liberada ha sido sólo una centésima parte de la del seísmo que azotó Banda Aceh (Indonesia) en 2004".



El geofísico explicó a Efe que, "aunque no es posible predecir cuándo se va a producir un terremoto, sí que se puede saber dónde va a tener lugar, ya que la mayoría se producen en los límites entre placas tectónicas".



"Allí donde se encuentran dos placas tectónicas se crea una compleja red de fallas que permite predecir cuál de ellas se va a mover primero, pero no cuándo se van a producir los movimientos", argumentó Searle.



Según el Servicio Geológico Británico, aunque hacía 250 años que no se producía un terremoto allí, "bajo Haití hay una red de fallas, que le hacían susceptible de sufrir un terremoto, aunque fuera imposible prever el momento", sostuvo el profesor de geofísica.



Searle puntualizó que cada año se producen en el mundo 50 terremotos de la misma magnitud que el de Haití, que no causan este grado de destrucción y muerte por ocurrir lejos de zonas densamente pobladas o en lugares próximos a placas tectónicas donde la construcción es más sólida, como Japón o California (EEUU).



De acuerdo con Searle, quedarse dentro de un edificio hasta que pase el terremoto o situarse debajo de una mesa o bajo el quicio de una puerta son algunos consejos a seguir ante un seísmo.



Para el experto en geofísica, la reconstrucción de infraestructuras como las carreteras, los suministros de agua y energía, el restablecimiento de las comunicaciones y la construcción de hospitales son algunos de los "grandes problemas" que tendrá que afrontar Haití, "en un contexto en el que serán habituales los corrimientos de tierra".



Según el experto, es probable que, además de las réplicas que se están sucediendo desde que se produjera el terremoto el martes, tenga lugar otro gran terremoto en la zona, "pero no podemos saber si será hoy o dentro de cientos de años".

Fuente: listin.com.do

Haití: Desgracia en el país que pasó de ser el más rico al más pobre

En Comunión

Por Issac Miguel


Haití: Desgracia en el país que pasó de ser el más rico al más pobre

“Bien poco enseñó la vida a quien no le enseñó a soportar el dolor.” Arturo Graf

Siempre hay un antes y un después en nuestras vidas. Lo que marcó el límite en lo que fui y soy fue cuando empecé a leer las obras de Juan Bosch. Antes leía lo que mi madre me regalaba. Por lo regular eran obras donde la ficción y lo novelesco prevalecían sobre la verdadera historia. Los libros de Julio Verne, ( 20,000 leguas de viajes submarinos fue el que más me gustó); la Fábulas de Samaniego, El Cid Campeador, la novela Enriquillo de Manuel de Jesús Galván y Los Tres Mosqueteros eran partes de los libros que adornaban mi pequeña biblioteca cuando era muchacho. Aunque veo muy fantasiosos los libros citados anteriormente, les agradezco el haberme ayudado a introducirme en las obras de Bosch. Ahí comenzó el después de mi vida.

Este escritor, historiador, ensayista, cuentista y político intelectual; me enseño muchas cosas de Haití. Aprendí que este país fue el más próspero de las Indias Occidentales, muy por encima de colonias tan ricas en oro y plata como México y Perú. Fue el primer estado en alcanzar su independencia en el Nuevo Mundo después de los Estados Unidos y testigo de la revolución más sangrienta de América.

El 3 de junio de 1790, en la ciudad de Saint-Pierre (la misma que las lavas del volcán Mount Pelée en 1902 mataron 29,000 personas excepto dos hombres) en la isla de Martinica; los blancos, en su mayoría franceses o descendientes de ellos, salieron a la calle a matar los negros y mulatos. Dieron muerte a 14 y detuvieron a centenares de ellos (Bosch: De Cristóbal Colón a Fidel Castro, Pág. 384). Esto trajo como consecuencia que los mulatos del interior de la isla se rebelaran contra las autoridades y marcharan sobre la ciudad a la que tomaron a mediado del mes de agosto.

Todos los comerciantes blancos fueron metidos en dos embarcaciones y mandados a Francia. Los mulatos tomaron el control de la isla.

Con la llegada de la noticia a Francia, dos mulatos ricos nacidos en Haití decidieron volver a su país a pesar de la prohibición que tenían de regresar a la colonia francesa. Vincent Ogé y su amigo Fleury, como se llamaban los acaudalados haitianos, viajaron a su cuna; Fleury vía Burdeos y Ogé navegó a Inglaterra de donde pasó a los Estados Unidos para finalmente ir a la colonia.

Los fines del levantamiento que emprenderían Ogé y Fleury era forzar a los blancos grandes y pequeños a reconocer el derecho de los mulatos a participar en el gobierno de la colonia. Por la mente de ambos, nunca llegó la idea de una revolución, pero encendió la chispa aunque Ogé fue a la horca junto a un hermano el 21 de febrero de 1791 luego de ser entregado por las autoridades españolas, en el otro lado de la frontera, a los blancos de Haití.

Los líos no terminaban y por ello, los blancos y mulatos firmaron el tratado de Damien a finales de octubre de ese año. Besos y abrazos entre ellos hasta que las elecciones se aproximaron a Port-au-Prince. Un decreto llegado desde París hizo que los blancos rompieran con los acuerdos de Damien para convertir en ilegales las elecciones en la ciudad hoy destruida por un terremoto el 12 de enero del 2010.

La libertad de los esclavos en Haití se produjo el 29 de agosto de 1793 por orden del gobernador francés Sonthonax. Esa era la forma de tratar de mantener el control de Francia sobre su colonia. Muy tarde porque desde el norte Toussaint Louveture, Jean-Francois y Biassou venían como carros sin frenos sobre la ciudad de Puerto Príncipe.

Durante la revolución haitiana, se quemaron miles de hectáreas de cafetales y cañaverales; 800 ingenios azucareros fueron destruidos y hubo miles de muertos entre negros, mulatos y blancos. Todo esto para que nuestro vecino Haití se declarara independiente del imperio francés.

El pasado 12 de enero, miles de haitianos y muchos ciudadanos de otros países perdieron sus vidas bajo los escombros que dejó el terremoto. De lo que fue el país más rico de la América debajo del Río Grande en el siglo 18 destruido por una revolución a ser el más pobre en el siglo 21 y destruida su capital por un fenómeno natural; se podría hasta pensar que la tierra haitiana se alimenta con sangre. Seamos solidarios con el pueblo haitiano en este momento de dolor.

issacjm@hotmail.com

Friday, January 8, 2010

Afganistán, un pandemonio activo

En  Comunion
Por Issac Miguel

Se dice que si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro (Sun Tzu).


“Hay un país en el mundo” es un poema escrito por el poeta nacional dominicano Pedro Mir a mediado del siglo pasado donde expresaba el descontento de la población dominicana con el gobierno dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo Molina y Chevalier quien gobernó el país por treinta años.

Hay otro país en el mundo donde las cosas no se saben donde llegarán y que le ha dado dolor de cabeza por años a las dos súper potencias mundiales. Le dio por donde más le dolió a los rusos, y le está dando mucha agua de beber a los Estados Unidos y sus aliados.

Antes de los rusos, Afganistán era un país de gente que le interesaba dos cosas, la producción de opio y la cría de cabras y ovejas en los terrenos montañosos que cubren el 75 por ciento del país. Los afganos se conformaban con eso. Me refiero a la mayoría de la población que vivía pastoreando sus rebaños en las laderas de las montañas perfumadas por el desagradable olor de los chivos padrotes (no hay nada que hieda más que un chivo en celo) y la flor de la amapola.

Todo cambia a partir del 1978 cuando los comunistas tomaron el poder con apoyo de la antigua Unión Soviética. Las guerrillas islámicas comenzaron a darle dolor de cabeza al gobierno. Los rusos no estaban muy contentos con la situación, y sin pensarlo dos veces, se deciden ordenar y organizar el gobierno afgano con una invasión.

A Occidente no le cayó bien la intervención rusa en el país asiático. Fue tanto el coraje de los aliados que el presidente Carter autorizó boicotear los Juegos Olímpicos del 1980 como medida de rechazo. Los rusos se convirtieron en los seres malignos. Los Estados Unidos y sus aliados dieron luz verde a la financiación de las guerrillas islámicas como medida de presión a los soviéticos para la pronta desocupación del país.

Estos hechos no provocaron la salida de la Unión Soviética de Afganistán. Lo que realmente provocó la salida del imperio invasor en ese entonces del país asiático fue lo difícil del terreno y la consistencia de la guerrilla. Tras 9 años de de conflictos, los rusos tomaron sus tanques y se fueron de allí en 1989.

La salida de los soviéticos lo que hizo fue agravar la guerra civil llevándose el premio de guerra los talibanes y su régimen de terror. Los cuervos terminarían por sacarles los ojos a sus dueños.

Todos sabemos, aunque sea un poquito, lo que ha pasado en Afganistán después del derrumbe de las torres gemelas en la ciudad de Nueva York. Los seis millones de refugiados en las fronteras con Irán y Pakistán han sido escuelas de terrorismo. Debido a estas incertidumbres políticas, la mayoría de la población afgana sufre de insuficiencia de comida, vestido, vivienda y atención médica mientras la región se tiñe con sangre.

El presidente Obama ha marcado con el número uno de su agenda este conflicto regional. Mientras tanto, el consumo y producción de opio, ha subido en un 60% la dependencia de este rublo.

Parece que esto va para largo. El dinero que se debe invertir para reactivar la economía americana se está esfumando en las montañas afganas con olor a chivo y amapola.

Hipólito Mejía: "Vengo como una perra paría"

Santo Domingo, 9 de enero. Yo vengo como una perra paría a la calles del medio, una perra criolla, viralata”, advirtió el ex presidente Hipólito Mejía al referirse a la oposición que pretende hacerle al Gobierno que encabeza el presidente Leonel Fernández. El dirigente perredeísta y aspirante presidencial recordó que en todas las encuestas y análisis que se realizan el tema principal es la necesidad de que se haga una efectiva oposición al Gobierno, reiterando que en lo adelante “nada ni nadie parará eso”. Asimismo, dijo que peleará duramente por la unidad del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y hará lo que tenga que hacer para ello, señalando que eso no quiere decir que no haya que “fajarse” con él a partir del próximo mes de mayo, afirmando que eso nadie debe dudarlo.

Entrevistado en el programa El Bulevar con Pablo Mckinney, que se transmite por CDN 2, el ex mandatario garantizó que no será un motivo de conflicto en el PRD, pero advirtió que dirá lo que él cree y lo pondrá en blanco y negro para la historia.
“Pero definitivamente yo no puedo ser conflicto, porque a mi lo que más me interesa es la unidad del PRD bajo todas las condiciones, porque yo no puedo pedir más, yo fui Presidente”, indicó.
Mejía adelantó que en las próximas elecciones congresuales y municipales no se quedará en su casa sentado, sino que se lanzará a la calle al medio a apoyar a su gente, “a los que me quieran, los que no me quieran no los veo, porque también tengo que ser serio, yo no puedo ir a darle un beso a César Medina si él no me quiere en San Cristóbal, ni yo lo quiero a él”.
Destacó que aunque no es rencoroso, no espera ir a San Cristóbal y estar al lado de Medina, ex embajador dominicano en España, levantándole el codo, “yo le levanto el brazo a todos los diputados que votan por él”.
Califica de estupidez acuerdo LF-MVM
Asimismo, el ex presidente Mejía felicitó al presidente Leonel Fernández y al presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, por la estupidez que- afirma- cometieron al firmar un acuerdo en el que la reelección alternativa.
“Esa fue una estupidez, no de Leonel, él fue el inteligente, pero fue una estupidez de Miguel hacer eso, él metió a todo el mundo en el paquete, eso no se hereda, se heredan los cuartos de tu abuelo y tu papá, pero no una herencia política”, indicó.
Recordó que todos en el PRD, incluyéndolo a él, contribuyeron a que Vargas Maldonado fuera hoy el líder de la organización opositora, resaltando que en su gobierno lo nombró secretario y lo apoyó contra la ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch, al tiempo que lo calificó como un gerente que piensa en grande, aunque entiende que no es un hombre de detalles, lo que dijo se necesita en política.
“En política se necesitan detalles, él no tiene detalles, ni maneja los elementos básicos de la política, ni se rodea del equipo que puede trabajar, no, no, el tinglado de la política tiene que tener muchos peldaños y lo tiene que tener bien sincronizado, yo estoy convencido de que tiene condiciones de manejo, de administración, de desarrollo, pero de poner ese muñeco a que los demás piensen por ti y tu acopies esa actitud, no es tan fácil”, dijo.
Descalifica a Vincho para hablar de narcotráfico
Asimismo, el ex presidente Hipólito Mejía descalificó al asesor del Poder Ejecutivo en Asuntos de Droga, Marino Vinicio Castillo (Vincho), para hablar de narcotráfico.
Aseguró que Vincho carece de calidad ética y moral para referirse al tema, “porque ese si sabe, no como yo, porque él tiene una licenciatura, pero yo tengo un PHD en el conocimiento de las intríngulis de eso, porque lo manejé durante cuatro años, yo personalmente, yo, con información de doble vía, DEA, CIS, la embajada, los organismos de seguridad del Estado, los manejaba yo diario, y yo de eso sé, y es poco lo que ha pasado, yo lo pronostiqué, y de eso yo se”, aseguró.
Mejía afirmó también, que en las fugas de acusados de reconocidos narcotráfico y otros delitos existen conexiones con el Gobierno, resaltando que ningún acusado o preso se fuga sin contar con el apoyo de uno o varios padrinos.
El ex mandatario perredeísta descalificó al presidente Leonel Fernández para enfrenar los casos de corrupción y narcotráfico que afectan al país, alegando que “Leonel no entiende ni maneja eso, lo de Leonel es la estratosfera, el país social, político, económico aquí, y él, allá en la estratosfera”.
Dijo que el mandatario solo maneja lo que es la politiquería, el candidato que hay poner, a quien hay que comprar, y a quien hay que ofrecer, “eso es lo que él (Fernández) maneja, el no maneja otra cosa”, porque según aseguró, no quiere ni le conviene entenderlo.
Abogó por el fortalecimiento de la Justicia para que actúe sin contemplaciones, y externó su satisfacción por lo que se hizo durante su gobierno para lograr este objetivo.
Dijo que su satisfacción va dirigida en el sentido de que no fue un estorbo ni un “coartor”, para que esto no se cumpliera, sino que permitió su desarrollo.

Fuente: elnuevodiario.com.do