Tenemos derecho a ser felices

En Comunión
Por Issac Miguel

Tenemos derecho a ser felices

“Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.” (Esquilo).

Se dice que perdemos mucho tiempo pensando en las cosas negativas que nos sucedieron en el pasado. Gastamos demasiado energía quemando nuestras neuronas deliberando los momentos tristes que la vida nos ha dado.

Hay momentos en que todo lo vemos oscuro. Los problemas, las depresiones y los momentos de aburrimientos nos acompañan a toda parte. Muchas veces decimos que todo está perdido.

Hay muchas otras razones para tener la mente llena de preocupaciones y sentimientos vanos, pero llega un momento que uno se sacude y para de pensar en lo que creemos son nuestras dificultades.

Nuestros muertos los queremos, siempre los llevamos en nuestra mente, pero tenemos que dejar el sentimentalismo y venir a la realidad. Mientras estemos pensando en todas las cosas buenas que hicieron y los momentos gratos que se pasaron con ellos, nunca vamos a ser felices. Hay que dejar que nuestros muertos se escapen de nuestras vidas, que nos den nuestros espacios para lograr ser feliz y que descansen en paz.

También hay que salirse de lo romántico. Si hemos amado locamente a una persona y no somos correspondido, hay que hacer todo lo posible de quitarnos esa carga. “Mas para adelante vive gente.” Debemos comenzar a construirnos un mundo nuevo en nuestra mente. Lo que no conviene se deja. El cuerpo siente gran contradicción en los primeros días, pero todo tiene su final. Si nos decidimos llegamos a la meta.

Debemos dejar el rencor porque destruye nuestra armonía ni tampoco tenemos que aplicar la ley del talión: “ojo por ojo, diente por diente”. El Código de Hammurabi y sus leyes son entes muy antiguos (1792 a.C). ¿Por qué preocuparnos de arreglos tan añejos? Eso se tira al olvido o se quema en el tanque de incinerar basuras.

A los chismes, enredos, comadrerías y bochinches hay que ponerles un freno. Las personas que vienen hacia nosotros con estas indisposiciones que casi siempre nos ponen y enfrentan a otras personas, se le para en seco. Se les dice que nos pueden visitar o que podemos mantener nuestras amistades pero sin embrollos y patrañas.

Si no podemos mantener en nuestros hogares nuestras mascotas, cerrar los ojos y deshacernos de ellas. El sólo pensar en la comida, limpiar las jaulas y barrer los regueros y la caca en el piso, nos limita y nos frustra. Algunas gentes hasta se deprimen cuando se enfrentan al escenario. Entonces, si no se puede, no se puede. Debemos pensar primeros en nosotros porque nuestra estadía en la tierra es rápida ya que los años pasan cada vez más veloces y nuestros cuerpos se oxidan con más rapidez.

A partir de mañana debemos empezar a vivir un mundo nuevo. Buscar nuevos horizontes, nuevas actividades, nuevas amistades y si es preciso, nuevos amores. La vida nos sonríe, pero nosotros también debemos sonreírle a ella.

En nuestra imaginación, debemos agarrar todas estas cosas que nos hacen parecer infelices, pedirle a un genio que las convierta en hierbas y luego dársela a un burro para que se la coma. El estiércol se convierte en abono y será enterrado junto a nuestros problemas en la tierra para que den grandes frutos.

issacjm@hotmail.com