Saturday, July 31, 2010

Plan de paz para Colombia y Venezuela

Por Issac Miguel

Muchos lectores piensan que cuando hablo del presidente venezolano Hugo Chávez, lo hago como si nosotros fuéramos “chavista”. Se equivocan en un 50%. Reconocemos las buenas obras que ha estado haciendo el mandatario suramericano, pero también admitimos que tiene la lengua muy suelta, que muchas veces habla demasiado.


Los verdaderos chavistas gozan y disfrutan sus discursos de principio a fin aplaudiendo y repitiendo los slogans contra Norteamérica y todo aquel que no le caiga bien al jefe de gobierno. Otros comienzan a insultarlo (en las casas por supuesto) y a vociferar “maldito dictador”, “ese tipo está loco” y todas las malas palabras que una boca pueda escupir bajo los efectos de un enfado.

Lo que más me gusta de Hugo Rafael Chávez Frías es que no es un hombre rencoroso. En el pasado tuvo problemas con el presidente colombiano Álvaro Uribe (como los tiene en estos momentos), pero luego se hicieron amigos y hubo muchos abrazos y piropos de ambas partes. Chávez le ha dicho de todo al presidente electo de Colombia Juan Manuel Santos, pero le ha tendido las manos para el restablecimiento de las recientes interrumpidas relaciones entre las dos naciones hermanas.

Otro caso fue con el presidente dominicano Leonel Fernández al que le había dicho metiche y varios improperios más, pero luego fue a la Republica Dominicana donde gozó, bailó y disfrutó de todas las fiestas y homenajes que el gobierno dominicano dio en su honor.

El mandatario de la Republica Bolivariana de Venezuela ha tenido fuertes encontronazos con la iglesia católica, pero ha sabido superar las crisis gracias a los conocimientos de cómo tratar a los curas que obtuvo cuando era monaguillo en su niñez.

El presidente saliente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, aunque de voz suave y muchachada, cada vez que abre la boca, es petardos en un peine de ametralladora los que dispara. Tiene la boca mas dura que una hicotea. A pesar de ello, el presidente Uribe es dado a la concertación, y todo parece indicar, que asesorará a Juan Manuel Santos para que use municiones de menos calibre para tratar de enderezar las relaciones diplomáticas entre los dos países.

La Unión de Naciones del Sur (UNASUR) se reunirá en Quito, Ecuador, con el fin de tratar el tema colombo-venezolano. En dicha reunión de cancilleres el gobierno de Venezuela ha anunciado que propondrá un plan de paz para Colombia. El gobierno colombiano habla de que hay que movilizar los guerrilleros de Venezuela. Las cosas no lucen bien, pero mucho mejor que hace dos semanas.

Confiamos en que algo bueno se pueda sacar luego que coincidan los cancilleres de ambos países junto a los otros de los gobiernos que integran la entidad.

Las clases media y pobre de ambos países son las que sufren cuando se les sube el monstruo a Chávez y a Uribe. Los comerciantes, los camioneros, los motoconchistas, los chiriperos y los desgraciados que se la buscan como una garza encima del lomo de un toro, son los que se los está llevando el príncipe del mal.

issacjm@hotmail.com

Los curas atacan de nuevo

Por Issac Miguel
Cuando el Gran almirante, virrey y gobernador general de las Indias occidentales hizo su segundo y tercer viaje a las tierras descubiertas a nombre de la Corona de Castilla, su misión principal era la de colonizar y predicar la fe católica en esos territorios. Christophorus Columbus trajo consigo al Padre Las Casas, que gracias a éste, hoy podemos saber de todos los abusos que la jauría de delincuentes traída por Colón cometió en contra de los aborígenes.


Las Casas no vino como santo en esos viajes. Se dedicó a explotar yacimientos auríferos y repartir indios por doquier. Regresó a Europa por el 1500 para luego regresar a La Española en 1508. En 1511 escuchó los comentarios acerca del Sermón de aviento hecho por Antonio de Montesinos que censuraba la conducta de los colonos al respecto del maltrato de los indios.

A Bartolomé de Las Casas el remordimiento hacía que pelearan los cincos tornillos que le sujetaban el cerebro. A pesar de haber sido ordenado como presbítero en Roma, se le negó la absolución que es el pronunciamiento del perdón de los pecados hecho a una persona que se ha arrepentido. Para que se entienda mejor, la absolución era como un indulto o perdón a todas las fechorías hechas por el cura durante la administración de la Villa de la Concepción de La Vega.

Se fue a Cuba y allí a pesar de haber sido el capellán del conquistador Pánfilo de Narváez, siguió con la repartidera de indios.

El fenecido Hector Lavoe decía en unas de sus canciones que “todo tiene su final”, o sea, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. El Padre Las Casas se dio cuenta que había que hacer algo por los indígenas de América. Cuando cumplió los 30 años, el día de la Asunción, dijo en un sermón que dejaba atrás los repartimientos de indígenas, que eso era cosa del pasado.

Junto a Montesinos viajó a España en 1515 para abogar por los indios. Fernando el Católico no estaba en eso. La pareja tuvo que esperar que el monarca muriera“estirando los tenis” a principio de 1516.

Por iniciativa de los dos sacerdotes, se mandaron frailes jerónimos para que administraran La Española. El Padre Bartolomé de Las Casas fue nombrado consejero de los frailes, procurador y protector universal de todos los indios. A partir de ahí una minoría de curas se convirtieron en defensores de la raza aborigen en las tierras que iban a ser conquistadas en años posteriores.

El protector de los indígenas vivió en la maldad pero aprendió a ser bueno, es por eso, que la mayoría de los curas buenos que hemos conocido, han sido apóstoles de Las Casas y Montesinos.

En el grupo de los curas malos, la historia nos ha dicho que siempre estuvieron “lamboneando” o detrás de la gente que estaba en el poder. A los indios que no se abrazaban a la cruz, daban la luz verde para repatriarlo a otro mundo. Las mujeres que tenían algo de educación eran enviadas a la hoguera copiando la misma receta que sus camaradas europeos daban a la gente con neuronas inteligentes.

Así hemos vivido hasta los tiempos de hoy. En Latinoamérica fueron firmados muchos concordatos para que los curas se hicieran cargo de asuntos de estado, educación y que la iglesia católica sea la única que pueda casar. Los curas han sido cómplice de innumerables golpes de estado, siendo el más reciente, el perpetrado en contra de Manuel Zelayas en Honduras en junio del año pasado.

Ahora nos tocó leer en la prensa que los curas chilenos han pedido al presidente Sebastián Piñera que indulte a los criminales de la tiranía de Pinochet en el Bicentenario de la independencia del país.

Si el presidente Piñera le sigue el juego a la iglesia católica chilena y suelta todos esos asesinos, entonces podemos decir que “los curas atacan de nuevo”.

issacjm@hotmail.com