Sunday, September 19, 2010

El transporte urbano ayuda el bolsillo

Escrito en El Vocero Hispano de Michigan

En Comunión 678

Por Issac Miguel

“Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.” (William Arthur Ward).

El transporte urbano ayuda el bolsillo

En Nueva York, Madrid, París, Boston, Chicago, Miami, Barcelona y otras grandes ciudades que tienen servicios de trenes urbanos, el tener un vehículo es un lujo extra. Usted se puede trasladar por todas estas ciudades usando el Metro sin tener que exponer su cuatro ruedas a las inclemencias del tiempo y de los locos que tienen un volante en las manos. En Nueva York por un par de dólares, ir de Brooklyn a Manhattan ó del Bronx a Jamaica para los que conocen la ciudad, es fácil y sencillo gracias a los servicios de transporte urbano con que cuenta esta urbe.

Cuando nos mudamos a esta parte de la tierra, allá por el 1996, había un servicio de autobús muy limitado. Como Grand Rapids es una ciudad amplia y donde todo queda lejos, para nosotros era mejor tener un automóvil para cumplir con nuestras necesidades. Para alguien que viva en el noroeste de la ciudad y trabaje en el lejano sureste, no era fácil tomar una guagua para cumplir con su compromiso. Había que pensarlo dos veces aceptar un trabajo que te quedara a 10 ó más millas de tu casa sino tenía un medio propio para transportarte.

Gracias a los dueños de este país, las compañías petroleras que no te bajan el combustible aunque el petróleo baje a 50 dólares o menos el barril y las aseguradoras que te suben la tarifa del seguro cada año, miles de ciudadanos que antes usaban el carro hasta para ir a la esquina; han optado por desplazarse usando el servicio urbano.

El desastre económico dejado por la administración anterior, ha dejado a muchos ciudadanos sin medios de transporte y sin la seguridad de adquirir uno en un futuro cercano. La piña está agria y seguirá así mientras no se tomen medidas que logren mejorar la calidad de vida del ciudadano común, el de clase media y baja.

Esta semana decidimos montarnos por primera vez en un autobús. Nos dirigíamos hasta la tienda Meijer localizada en la calle 54 con Clyde Park. Antes de tomar la decisión, obtuvimos asesoramiento de una vecina con una maestría en la materia. Nos explicó que tenía que estar algunos minutos antes en la parada que me tocaba partir y que pidiera una transferencia para la ruta final. Lo pensé dos veces, pero me decidí finalmente. Tomé un dólar cincuenta centavos, debuté e hice lo que me pidió mi amiga.

En la primera parada duré algunos siete minutos de espera. Para llegar a la estación central en el Downtown de la ciudad, tomamos unos 12 á 13 minutos. Allí duré otros diez esperando mi segundo vehículo y partimos toda la avenida Division tomándonos cerca de veinte a veinte y cinco llegar a nuestro destino. Todo por un dólar y cincuenta centavos.

Si usted planea con tiempo sus diligencias, por poco dinero usted puede transportarse de un lugar a otro de la ciudad sin tener que usar, si lo tiene, su propio automóvil.

Felicito a las autoridades municipales por el servicio que se le está brindando a la ciudadanía en esto tiempo de crisis. En buenas horas.

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