Chile: entre un hola y un adiós

Por Issac Miguel




“No debemos usar el pasado como muletas, sino como peldaños de una escalera para subir.” (Jorge Malaspina)



Chile: entre un hola y un adiós



Comparar un hola y un adiós. La diferencia es mucha, pero el tiempo, que es el factor número uno que hace madurar la experiencia; me ha enseñado que es lo mismo. Si me fuera a lo sentimental, para todos –el hola- es mejor, más cariñoso y mucho más romántico; mientras que –el adiós- se torna mucho más traumático.

La República de Chile celebró la segunda vuelta de las elecciones generales donde salió triunfante el empresario Sebastián Piñera el pasado 17 de enero. Treinta días después el 27 de febrero, Chile sufrió uno de los peores terremotos que conozca la historia moderna. Este sismo fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el sismo ocurrido en Haití, tanto así que movió el globo terráqueo de su eje. Un tremendo golpe que habrá de ser asimilado por el futuro gobierno chileno.

El presidente electo por una concertación de partidos de derecha, representa para muchos un “pinochetismo” moderado. Para otros, los defensores de Pinochet, siempre han defendido la teoría de que en los gobiernos del dictador la economía chilena tuvo una transformación económica triunfante cuando se abrió al mundo y donde; según ellos, el nivel de vida de los chilenos pasó a un mejor bienestar. O sea, lo dicen ellos, no yo, que Chile volverá a sus años de “modernidad pinochista”.

Unos días después de ser elegido en la segunda vuelta, el futuro gobernante comenzó a clasificar quienes serán los presidentes que estarán en su lista de amigo.

20 años de cambios que se han producido en Chile no es fácil de cambiar por el próximo presidente que gritaba a todo pulmón en la campaña por la presidencia que él representaba “el cambio”.

La presidenta Michelle Bachelet saldrá de “La Moneda”, como se llama la casa presidencial del país austral, con más del 70% de aprobación a su gobierno. Bachelet tuvo la visión de poder frenar la desaceleración de la economía cuando todo se venía abajo.

El gobierno de centro-izquierda de la Bachelet ha hecho un buen papel. No entendí nada, ni quise entender, cuando Piñera a los pocos días de ganar las elecciones salió con unos exabruptos medios raros.

Hay que llevarse bien con el vecino. Si usted se pone malo ó le da una “vaina” a media noche, el primero que corre en tu ayuda es el inquilino más próximo a ti. No importa que tu vecino sea un “bocón”, que el otro sea un “indio del montón”, que tu vecina “prive en parejera” y que el otro que vive “más arriba” lo que quiere es pelear por un pedazo del patio (yarda).

En el terremoto ocurrido el 27 de febrero, los chilenos todos, se dieron cuenta que sus vecinos son buenos a pesar de todos sus defectos; que aunque malos para mí, quizás son buenos para ellos.

La presidenta Bachelet, la que dirá adiós, ha mantenido su casa limpia, ordenada y muy cuidadosa de que sus sirvientes no metan las manos donde no deben hacerlo.

El próximo presidente Piñera, quien es el encargado de decir “hola”, debe de proseguir la política del gobierno saliente, llevarse bien con todos. Si se cuece un buen caldo de res, sacarle su poquito al bocón, al indio, a la parejera y al que vive “más arriba”.

Todos esos chismes baratos de los años sesenta y setenta, ya no se cuentan. Los buenos chismes son cuando usted necesita solidaridad, y eso ha demostrado todo el mundo en solidaridad con el pueblo chileno luego del terrible terremoto que mató a cerca de mil almas.

issacjm@hotmail.com