El niño le tumba el pulso a Chávez

Por Issac Miguel




El niño le tumba el pulso a Chávez

“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero. (Refrán indo americano)

Hace ya muchísimos años que en el norte peruano unos pescadores observaron que los cardúmenes, o bancos de peces, huían hacía las aguas del sur haciendo que las pescas mermaran notoriamente. Ese fenómeno, usualmente ocurría en los tiempos de las navidades, y fue por esa razón, que esos pescadores bautizaran el accidente atmosférico como El Niño.

Este hecho producido por la madre naturaleza, es la causa de muchos disturbios en el clima de numerosos países latinoamericanos. Hay considerable disminución de lluvias al inicio de la época, baja presión atmosférica y períodos muy húmedos que causan inundaciones terribles en los valles sudamericanos.

El Niño ha causado gran disminución de lluvias en Colombia, Ecuador, Guatemala y Venezuela. La electricidad que se genera en la mayoría de los países que cubre la Amazonia es producida por turbinas hidroeléctricas. O sea, que los embalses y presas de aguas en estos lugares, dependen directamente de las lluvias que caen durante esta época. Si no llueve, disminuye la producción de electricidad.

El presidente Chávez se parece a la batata (camote en muchos países), que hasta “piogán” le cae. Todo se le pega. El fenómeno de El Niño ha causado un gran problema en la generación de energía venezolana. Los adversarios del estadista le hacen cosquilla para que El Niño le tumbe el pulso.

Colombia tuvo que suprimir las ventas de electricidad a Venezuela por culpa de este hecho natural. Los opositores del mandatario llanero mostraron una sonrisa de muela a muela.

Ecuador, país donde se originan las corrientes calientes de Humboldt que espantan los peces hacia los mares del sur, también ha sufrido con El Niño. El presidente Correa tuvo que racionar, al igual que Chávez, el suministro de energía eléctrica a la población.

Argentina, que ha tenido que enfrentarse a la soberbia de Inglaterra en su interés de mantener en su poder Las Malvinas, está sufriendo inundaciones pocas veces vistas por los ancianos de ese país austral.

Bolivia ha sufrido grandes sequías e intensas lluvias.

El fenómeno El Niño afecta al mundo entero. Esas cálidas corrientes marinas sudamericanas son producidas por desórdenes en el Océano Pacífico tropical cerca de Australia y que causan un retardo en la cinética de las corrientes marinas.

Esta oligarquía latinoamericana que siempre ha soñado con títulos honorarios provenientes de las cortes europeas, tratan al presidente Chávez como lo harían si un trapo se quiere convertir en mantel el cual ni el diablo lo puede tender, que es lo mismo decirle al inquilino del Palacio de Miraflores que el que nació para estropajo, del fregadero no debe salir.

El Niño estorba el diario vivir de todos, ricos, medios ricos, pobres, medio pobres y muy pobres.

Reconocemos que el presidente Chávez tiene muchas cosas malas las cuales no compartimos.

Para nosotros, una de la virtud del mandatario de la República Bolivariana de Venezuela es que su meta es ayudar a los extractos sociales más. Los duques, condes, vizcondes, lores, marqueses y marquesas no ven con buenos ojos estas medidas.

No comparto que el presidente Chávez haya mandado a un país llamado “carajo” a su homólogo colombiano. Tampoco me gustan sus excesos antiimperialistas, porque los que sufren de estos ímpetus de cóleras son las mismas gentes que él protege.

No comparto con Chávez cuando lo veo que alaba en demasía a Lula, Leonel, Cristina y la Bachelet; pero que no asimila nada del espíritu mediador de éstos.

Comparto con el presidente venezolano cuando me da a entender que no es un hombre rencoroso, que muchas veces se burlan de él cuando canta, pero no saben que el que canta, sus males espanta.

Si comparto con Chávez su interés de hacer de Venezuela una patria más placentera. Así que el que nace para tamal, del cielo le caerán las hojas.

issacjm@hotmail.com