Thursday, March 11, 2010

Cuba y los “presos políticos”

Por Issac Miguel


“Oculto en mi pecho bravo, la pena que me lo hiere: el hijo de un pueblo esclavo, vive por él, calla y muere” (José Martí).

En la Cuba de Antonio Maceo y de Serafín Sánchez, dos de las glorias que lideraron el ejército libertador cubano que luchó en contra del ejército español durante las guerras por la independencia, recientemente falleció el disidente Orlando Zapata mientras estaba en huelga de hambre. Esta noticia ha dado la vuelta al mundo y ha sido una ametralladora con peines múltiples que no se ha cansado de disparar en contra del gobierno de Raúl Castro.

Intelectuales, presidentes, parlamentos y muchos “presidenticos” del montón que nos chupamos en América Latina, han comentado la noticia. La mayoría han criticado duramente al régimen cubano. Otros han analizado el caso con prudencia. Uno de ellos, un estadista muy estimado por mi persona, el presidente brasileño Luis Inácio Lula Da Silva. Lula ha enfrentado una oleada de críticas de simpatizantes y opositores por sus declaraciones en las que defendió el derecho de Cuba de detener a disidentes políticos. Además vomitó duras críticas a quienes realizan huelgas de hambre según un cable que vino de Brasilia.

Cuando los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo se enfrentaron a un ejército de 182,000 soldados al mando de 42 generales en aquellos 92 días famosos en la tierra de Martí, España respondía a los rebeldes con dos guerras, una en los frentes de batalla y la otra en los medios de comunicación de todo el mundo diciendo que en cuba lo que había era un grupo de facinerosos que hacían pequeñas revueltas a lo largo de toda la isla. Eso ocurrió en el 1896, el año crucial de la independencia cubana. A España se le salió el tiro por la culata a pesar de tener en el mando de sus tropas al general represivo Valeriano Weyler, un zorro militar enviado por el gobierno español para ejecutar una política represiva y de exterminio contra el pueblo rebelde.

Algo así está pasando en la Cuba del general y médico Juan Bruno Zayas, hombre con el pecho de gorila cuando se ponía las botas y el alma de ángeles a la hora de tomar el bisturí. Los opositores del régimen de los Castro, han tomado la muerte de Zapata para decirle al mundo que en Cuba hay media isla presa de opositores políticos.

El presidente Lula dijo que la huelga de hambre no puede ser usada como un pretexto de derechos humanos para liberar las personas y que había que respetar la determinación de la justicia y el gobierno cubanos de detener a personas en función de la legislación de Cuba.

Lula es considerado por casi todo el mundo como el hombre de la década. Siendo un político de izquierda, ha sabido llevar a Brasil a ser la quinta economía mundial.

Creo muy firmemente, y con eso estoy seguro que me respaldará el presidente brasileño, que hay muchos delincuentes comunes en la Cuba que vio morir a Panchito Gómez que se hacen pasar por presos políticos.

Cuando el general Wood le entregó el mando a Tomas Estrada Palma como primer presidente de Cuba, lo hizo a un hombre que había salido como presidente cautivo hacía veinticinco años y había regresado a su patria como presidente electo. Estrada Palma desembarcó en su región más querida, Gibara; el 20 de abril de 1902, y lo hizo sin rencor. Lo hizo pensando que los problemas de los cubanos son para ser resueltos por los cubanos.

Muchos de los que estamos viendo el juego desde los “bleachers”, debemos dejar que los jugadores discutan las leyes que se rigen en el encuentro.

issacjm@hotmail.com

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