El derrame del Golfo: una tragedia

Por Issac Miguel

“La necesidad no conoce leyes.” (San Agustín).

Preferí brincar la segunda parte de nuestro artículo anterior para dedicarle el escrito a uno de los dueños de este país, la British Petroleum, que junto a un grupo de compañías petroleras se dedican a sustraernos el dinero de los bolsillos estableciendo precios en los carburantes que solo benefician a los inversionistas involucrados a estas transnacionales.

Esta empresa todavía es la hora que no ha podido tapar el derrame petrolero en el Golfo de México que científicos, ecologistas, naturalistas y personas preocupadas en todo el mundo, han declarado que éste podría ser el peor desastre natural de la era moderna. Los gobernadores de Lousiana, Misisipi, Alabama y Florida están preocupados por los daños al ecosistema de sus respectivos estados que el derrame pueda causar así como lo que será el posible cambio de vida de los miles de personas “padres de familias” que dependen del mar. También están preocupados los presidentes de los países caribeños donde el turismo significa un gran porcentaje de las divisas que mueven sus economías y donde no existe el Chapulín Colorado para que les tienda la mano y pueda defenderlos.

La BP ha estado gastando más dinero en publicidad para mejorar su imagen frente al mundo que lo que se está gastando en parar el boquete. Según ellos se hará todo lo posible para reducir el impacto del trágico incidente sobre la población y el entorno de la costa del Golfo. No me explico como una compañía con tantos “verdes” (dólares) no haya podido frenar este vómito negro de la tierra. A ellos les importa un bledo el daño que se le está haciendo al medio ambiente.

Ahora vienen con una técnica llamada “top kill” que nunca antes se había utilizado. Si esto no resulta, a buscar otra salida al embarre de las aguas marinas. Mientras tanto las corrientes negras se extienden y no se ve una solución seria desde la empresa petrolera.

El gobierno de Barack Obama no ha dado muestra de coraje para enfrentar el mal. Hay muchos políticos del partido demócrata que están pidiendo más energía al Presidente, todo esto pensando que por ahí vienen las elecciones de noviembre próximo. El secretario del interior dice que ese es un problema de la British Petroleum. No es verdad, ese es un problema de todos y hay que resolverlo aunque se deje sin un centavo a la BP. Hay que evitar que el derrame sea mayor que el del Exxon Valdez que escupió en las aguas de Alaska 257 mil barriles de petróleo y el de Ixtoc que derramó casi tres millones de barriles en las aguas del sur del Golfo.

Sacúdase Presidente Obama. No se lleve de las noticias que dicen que estos pulpos petroleros van a gastar 500 millones de dólares. Eso es para limpiar su imagen, realmente a ellos parece que no les importa acabar con toda la flora y fauna del Golfe du Mexique. Esta suma es irrisoria si se compara con los 200 mil millones de dólares que vale la compañía.

Vibre señor Presidente y evite que el daño sea más grande para que otras generaciones tengan la oportunidad de ver la rica fauna marina de estas aguas.