Honduras vista de cerca con una lupa

Fuente: El Vocero Hispano de Michigan

En Comunión
Por Issac Miguel

Cuando Cristóbal Colón decidió hacer su cuarto y último viaje a las tierras descubiertas, llevó consigo a su hermano Bartolomé y su hijo Fernando de apenas 14 años. Pero sucede que al Gran Almirante se le tenía prohibido entrar al puerto capital de La Española por una orden proveniente de España. Con todo y eso los barcos de Colón estuvieron en la ría del Ozama esperando un perdón del gobernador Nicolás de Ovando. Este último tratando de ganar rayas, le mandó a decir al Almirante que si trataba de tocar tierra iba a ser apresado y mandado a España en calidad de detenido. El genovés mandó a todos los capitanes de su flota a que se prepararan para navegar a otros lugares.


Luego de muchos días de incertidumbre e intentos de revueltas en los navíos, los ojos del descubridor vieron la isla de Guanaja hacía el 30 de julio del 1502. Unos días más tardes, toca tierra firme en un lugar que bautizó Punta de Caxinas hoy conocido como Puerto Trujillo. Como las aguas de las tierras recién descubiertas eran bien profundas, éstas fueron llamadas Honduras.

Colón observó que las embarcaciones usadas por los indígenas de estas tierras no eran como la de los taínos de las Antillas sino grandes galeras de hasta ocho pies de anchura y donde remaban hasta treinta y cinco indios. Notó que se trataba de una civilización distinta a las anteriores.

Ahí empezó la historia de lo que actualmente es Honduras, un país lleno de problemas los cuales se acentuaron más luego del golpe de estado a Mel Zelaya.

En el país centroamericano, los acuerdos ni valen ni son cumplidos por las partes, principalmente la que está gozando del pastel gubernamental. El presidente Lobos dice que Zelaya puede venir cuando le de la ganas a Honduras, pero la gente que dieron el golpe de estado dicen que si el ex presidente pisa tierra hondureña es para el “bote” que va.

Mel se reunió esta semana con el frente opositor en Managua, Nicaragua e inmediatamente el golpista Roberto Micheletti dice que hay intromisión en las cosas del país de parte de Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Venezuela. Micheletti dice que todos estos países son pichones del diablo Hugo Chávez. Jamás me podía pasar por la mente, que una persona destile tanto veneno en contra de otra como lo hace este golpista frente al presidente venezolano.

Cuando Colón quiso entrar a La Española con sus barcos y el gobernador Nicolás de Ovando se lo prohibió, los capitanes de los barcos del Gran Almirante desafiaron la autoridad de Don Cristóbal. No podían respectar a una persona que ni siquiera podía entrar al lugar que había descubierto. Eso pasa con Lobos y la oligarquía hondureña. Cuando el presidente quiere tomar una medida que beneficie la crisis en el país, le tumban el brazo antes de firmar cualquier papel que haga volver a Zelaya. Cuando Lobos dice que él mismo, personalmente, va y busca a la República Dominicana a Mel Zelaya, la “justicia hondureña” desafía al presidente y dice que si toca tierra hondureña será encarcelado. Así no se va a ninguna parte. Que un presidente, supuestamente la máxima autoridad, diga una cosa y que un grupo de diablillos malos digan otra, es señal de caos y debilidad institucional.

Mientras tanto el contrabando, la corrupción y el descuido de las autoridades en el sector salud y educación están a la orden del día. Ojalá las cosas algún día mejoren.