El PLD, Bosch, 36 aniversario y el espejo roto

Escrito por el periodista Orlando Gil para El Listin Diario de Santo Domingo.

El espejoEl PLD está de aniversario, treinta seis años que son más que los veinte que Carlos Gardel cantaba que no eran nada, y se anuncian actividades diversas, como en cada ocasión, sólo que ahora formarán parte de la celebración del centenario del nacimiento de su fundador Juan Bosch. Incluso, ese es el elemento nuevo: recordarán a Bosch, y de paso al PLD, cuando antes se daba lo contrario: El PLD era el centro de la atención, y Bosch figuraba como angel tutelar, cuya advocación se hacía sin esperar gracia divina. Los peledeístas tuvieron que realizar los trabajos de Atlas para llegar a donde han llegado, y aunque no lo digan, se les hace difícil recordar los propósitos que se quedaron en el camino. Los postulados iniciales no son más que background: completan la nota, pero amargan el espíritu. ¿Cómo hablar hoy de sus fines, que eran crear una organización que no fuera clientelista, ni populista, ni individualista, como el PRD? Escupieron para arriba, y la saliva les cayó en la cara, pues el PLD es un espejo roto, deforma la imagen, y los peledeístas no se conocen, o no quieren conocerse…
Dos caras Las pasadas elecciones internas demostraron que los peledeístas son clientelistas, populistas e individualistas, pero también que el PLD como partido es eficiente y sabe superar sus pruebas. Los ruidos de los primeros días se acallaron como por arte de magia: las advertencias cumplieron su efecto, y los candidatos volvieron a leerse los instructivos. Los alegatos deben documentarse y los fallos se darán por escrito. No hay por tanto razón para hacer denuncias en el aire o promover la ocupación de locales que como la Casa Nacional debieran ser sagrados. Incluso, se asegura que habrá sanciones a los compañeros que se pasaron de la raya, que perdieron la compostura, y entre estos se menciona al síndico de Santo Domingo Norte, Jesús Félix. Reynaldo Pared adelantó una especie de “ciclón batatero”, pero el secretario general es lo menos parecido a un juez, a menos que sea de la Tremenda Corte, pues va de la amenaza al exabrupto. La Comisión Nacional Electoral habría resuelto inconvenientes menores, pero los mayores serán de la competencia del Comité Político, donde hay más interés en el equilibrio que en cortar cabezas…
Solos Aunque se les ha buscado filiación a los candidatos, se piensa que los grupos no fueron decisivos, o que no podrían serlo en un proceso determinado por las individualidades. Incluso, hubo demarcaciones en que compitieron miembros de una misma tendencia, y se trataron con la crudeza propia de enemigos. Si esas influencias estuvieron al margen, no puede esperarse que a la hora del juicio final, aparezcan padrinos haciendo el papel de abogados defensores. Por ejemplo, intriga saber si Danilo Medina se la jugará por Jesús Félix, que es a quien todos los peledeístas ven como el chivo expiatorio propicio para saldar la cuenta de los ruidos de las pasadas elecciones internas. La experiencia es todo lo contrario. Cuando las exclusiones, dejaron fuera a un aspirante de Moca, y Medina confesó que era su compadre, pero no hizo ni dijo más nada: se lo llevó la ola, sin que el sacramento sirviera de salvavidas. Un caso es un caso, pero si no se sacó la cara en la hora buena, no puede esperarse que se haga en la mala. Los peledeístas necesitan que les recuerden los castigos…
La fronda Del Comité Político se espera que no sólo sea un cadalso para los peledeístas malos, sino un árbol de fronda para los buenos. Hubo aspirantes a quienes se les advirtió con tiempo que sus posibilidades eran precarias, que se retiraran de la lucha o se decidieran por otras posiciones electivas, y que ahora deliran creyendo que puede premiarse su tozudez. Incluso, no sólo se confían en la generosidad del organismo, sino a la intervención oportuna de los cabezas de grupos. La primera mediación provocará las otras…